La vida no se detiene por nada ni por nadie. Ni por nuestros éxitos ni por nuestros fracasos, ni por nuestras penas ni nuestras glorias, ni por nuestros amores o desamores. La vida sigue y también seguimos nosotros aunque obstinados nos anclemos a pasados irrepetibles. Saber continuar es sabiduría, es vivir.
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