jueves, 28 de febrero de 2008

The Blind Leading the Blind

Para esta entrada se me había ocurrido, en principio, el título “Lead and I Will Follow” pero, como verán a medida que leen, hubiese quedado irónico y no es, bajo ninguna circunstancia, la premisa a transmitir. Incluso el título elegido, una vez leído más allá de este molesto pero, por suerte, corto preámbulo puede tomarse como irónico pero reitero y estreso que no ha de ser tomado así.

Lo que comenzó como una simple observación tiene cierta reflexión. La situación se presentaba bizarra: yo de traje (camisa con gemelos) pateando las calles junto a un colega repartiendo diarios en los que se había impreso una publicidad del lugar donde empecé a trabajar el martes. Lo bizarro abarcaba varios aspectos. Uno: yo de traje. Hace varios años que no vestía tal vestimenta sin contar los dos, tal vez tres, casamientos que tuve en el tiempo mencionado. Dos: yo trabajando. La explicación sería la misma que la del punto anterior pero la vestimenta y los casamientos (en especial este último) nada tienen que ver en esto. Tres: mi colega. Y me abstengo de dar explicación porque la red es grande pero el mundo es muy chico.

Fue una dura mañana de calor (o tal vez fue el traje) y los zapatos nuevos dejaban su marca en la tierna carne que envuelve los huesos de mi tobillo. Algunos las llamarían ampollas, yo prefiero llamarlas…ampollas, pero jodidas. Vueltas a la manzana y lograba perder el norte en una ciudad cuadrada. Casi terminando el recorrido espontáneo y zigzagueante me crucé con algo digno de notar, algo que yo nunca antes en mi vida había visto: una pareja de ciegos caminando frente a mis ojos, ambos con lentes oscuros y cada uno con su bastón blanco (no me digan que esto no completa la mañana bizarra).

Más allá de todos los pensamientos fuera de lugar que se le pueden ocurrir a uno, que siempre son muchos más que aquellos que caen perfecto en el lugar, recuerdo uno que me pareció justo, en todo sentido de la palabra. (*) Ese pensamiento fue algo parecido a lo siguiente: dos personas con la misma condición (en cualquier sentido) compartiendo un mismo camino tal vez no sea lo más conveniente pero posiblemente, y creo que en la mayoría de los casos es cierto, sea lo más llevadero y por ende preferible. (**) Para no estirar mucho la entrada se me ocurrieron un par de ejemplos simples que tal vez ayuden a entender lo que quiero decir. El primero fue el de un psicólogo loco y un paciente loco. Tal vez no sea una dupla que prometa salir adelante (o tal vez sí) pero seguramente se puedan entender mejor. El segundo ejemplo sería el de un pelotudo y una pelotuda. (***) (****) (*****)

La conclusión esta al alcance de las manos, no es muy complejo lo que se esta exponiendo, surge de una condición básica y humana: la mayoría de las veces sólo queremos que nos entiendan, aunque sea una sola persona, aunque esté loca.

(*) Aquí es donde el primer título se podría haber tomado como irónico y creo yo que no tendría defensa en cuanto a esa observación. Como el pensamiento no fue irónico fue menester cambiarlo y como están viendo en este momento (si es que están leyendo este asterisco) el título elegido, si bien puede ser tomado como irónico, no lo es porque lo que yo estaba viendo era literalmente lo que describe aquello que le da nombre a esta entrada: the blind leading the blind.

(**) Creo que luego de esta oración se podría escribir un libro porque entran en tema las relaciones humanas y la mayoría de los libros, o por lo menos los más significantes y significativos, se sumergen en éstas. Pero para libros no estoy, recién después de mucho tiempo estoy trabajando así que no me tienten, por favor.

(***) Ambos ejemplos pueden ser cambiados a femenino como sea deseado, ningún tipo de relación es censurada por este escritor…sin entrar en lo perverso.

(****) Los pelotudos existen y esto no debería ser materia de opinión, es un hecho. (+)

(+) Lo he probado: yo soy uno. Y si logran ver a través de todo aquello que piensan que son o, en muchos casos, que no son se darán cuenta que todos somos unos pelotudos. Claro, la mayoría jamás lo aceptaría, a mi me tomó un tiempo. Antes yo no era un pelotudo, el resto lo era. (#)

(#) Ayuda: siempre va a haber alguien que piense que sos un pelotudo y si lograste convencer a todo el mundo de que no lo sos lo mejor que te puede pasar en la vida es que vos te des cuenta lo antes posible.

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