lunes, 15 de junio de 2009

Anything can happen

Y es así, pero no lo pongo en castellano porque me gusta más en inglés. Mañana depara la incertidumbre pura por más que creamos que todo va a seguir igual. Sí, probablemente sea todo igual, probablemente no pase nada que cambie nuestro curso, nuestro ser. Pero, anything can happen. A veces queremos que algo happen pero no siempre es así. La mayoría de las veces no es así. Se abren caminos que ni siquiera vemos, que ni siquiera sentimos. Los podemos pensar o soñar; a veces el Universo escucha. Escucha cuando tiene que escuchar, cuando nos soñamos verdaderos y esa esencia sale de debajo de las profundidades. Incorporamos nuestra verdad y sin darnos cuenta florece (a veces de a poco, a veces de golpe) eso que llevamos dentro.

Anything can happen. Pero no quiere decir que tengamos que esperar, que debamos simplemente pronunciar nuestros anhelos sino enfocarlos, verlos, soñarlos y por último intentarlos. No llevo mucho tiempo aquí y en este tiempo me he pensado de un millón de maneras pero mi verdad es aún incierta. Me escapa y me frustra. Mi frustración es mi camino, la manera en que debo encontrarme. Prueba y error. Error y crecimiento. Conocimiento. Yerro en mi búsqueda y eso me hace dudar de mí. Dudo y desparezco. No me lo permito y me enojo, me siento menos, me siento totalmente perdido. En el fondo hay verdad, una verdad que espera ser descubierta.

Anything can happen. Y tenemos que dejar que así sea. De a poco lo permito y llevo tranquilidad a mis inquietudes. El mundo tiene demasiado para ofrecer, pero demasiado nunca es bueno. Demasiado es exceso. Achicar la mira. Disparar con certeza, dudar pero decidir. Aprender. Desaprender. Crecer. No quedarse pensando cuando no hay nada que pensar, evitar que los círculos nos lleven de paseo sin que nada se suceda. No es tan grave. Nada es tan grave. Pensar de más es grave; actuar es sensato. Somos sangre. Y sin ella no somos nada.


No hay comentarios: