Transcurren días que sin mucho esfuerzo se hacen semanas. Pestañeo y ya pasó un año, paro para pensar el camino a seguir y pasaron cinco. Todavía doy vueltas en un círculo pasado y tan familiar que da pesadillas porque tan esclerótica está su osamenta que otra cosa ya no puede dar. Ya le exprimí todas las risas, bostezos, dejos y celos; vellos, lágrimas, días, penas, tristezas. Ya saboreé lo rancio y lo dulce, lo cruel y lo benévolo. Ya le vacié el significado y sin significado no hay sentido. Pereza marcada a fuego y un sendero de condimentos poco picantes, recto e incoloro. Cinco sentidos perdidos a la buena de un dios, alguno que se llevó lo mejor de mí y me dejó creyendo en los demás, en todos menos en mí. Un dios fraudulento.
Y sí Dios se fue, yo también.
II. Yo Dios
yo también.
No estoy.
No molestar.
Pegar y golpear. Azotar.
Despertar.
Abro los ojos,
y Dios tendrá que volver.
Yo antes que Él,
yo antes que todos.
Yo para que existan todos,
Yo para que respire Dios.
Yo soy todos,
Yo soy Dios.
2 comentarios:
De lo mejor que te leí
Gracias. Espero sigas leyendo.
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